En el vértigo de lo cotidiano, de la rutina, nos olvidamos de que somos templos, que cobijamos el alma insuflada por el Padre celestial. El materialismo, el ruido, el vacío, el consumismo y las guerras ideológicas nos alejan de la necesaria soledad, de el reencuentro con la trascendencia, el preguntarnos quiénes somos y cuál es nuestro propósito. Muchas veces, no valoramos nuestro cuerpo y lo agredimos con mala comida, tatuajes, alcohol, drogas y excesos. Después, nos miramos al espejo con odio. De la baja autoestima surge el agredir a otros, el insultar, la indiferencia, la rabia, la envidia el resentimiento y la venganza. Deseamos destruir y caemos en la oscuridad que es lo opuesto a la luz.
Un Ángel es un mensajero de Dios. Solemos verlos como entidades decorativas, esotéricas o fantasmas. En la Biblia, todo Ángel cumple el rol de un faro, de una guía en el desierto, de una advertencia o recordatorio que el poder no reside ni en ellos ni en nosotros, sino que en el Creador.
Mensajeros de paz
Se acerca la Navidad ¿Qué tal si nos damos tiempo para entregar mensajes de paz y amor? Me refiero a algo más allá de una tarjeta o video digital. Algo que denote un esfuerzo, una dedicación hacia el otro. Retomar la costumbre de las tarjetas postales es un hermoso detalle, en especial, si le agregamos palabras de nuestro puño y letra. Hoy se valoran más que nunca, ya que es una costumbre en extinción. Ojo, que las palabras nacidas del corazón pueden ser el mejor regalo que un abuelo, cónyuge, hijo o amigo está esperando recibir. También, los mensajes grabados, llamadas telefónicas o visitas domiciliarias alimentan el alma del prójimo. Invitar a cenar al que está solo. Es una costumbre que podemos mantener todo el año. Pasar lista a las personas que puedan necesitar un saludo, una llamada.
Y si te has acercado a Cristo, es la oportunidad para orar y entregar a otros el verdadero significado del pesebre, de la sagrada familia, el nacimiento, los pastores, los ángeles, la estrella de Belén y los reyes magos. El mensaje de salvación.
No tengas miedo de decir "Feliz Navidad". Si para otros son "Felices Fiestas". No se necesita uniformidad ni ser "políticamente correcto". Como dije, los Ángeles son mensajeros.
Aprende a volar
Aunque no las vemos, tenemos alas. Se trata de esa capacidad trascendente de comunicarse con Dios, de buscar más allá de lo visible. Esas alas son las que nos permiten sortear las tribulaciones y alegrar al mundo con Fe y optimismo. Alzar el vuelo es permitir que el alma irradie toda la potencia de su luz. Para ello, es importante tratar a nuestro cuerpo con amor, amar a otros y agradecer a Dios. ¡Feliz Navidad!
(María del Pilar Clemente B.)
Querida Pilar: te felicito. Me encantó lo que escribiste. Es claro, profundo e inspirador. Me alegra mucho saber que crees realmente en los ángeles y en el Supremo Creador (sin importar el nombre que le demos). Te envío un gran abrazo, con mucho cariño. Y que tengas una maravillosa e inolvidable Navidad 2023 y un año 2024 simplemente GENIAL.
ResponderEliminarGracias Pilar por tus palabras que hacen meditar.
ResponderEliminarQue en esta Navidad Jesús renazca en todos es mi deseo.
Mucha alegria, paz y amor.
Pilar, muy agradecido de haber recibido tu hermoso y profundo mensaje. Que Dios te bendiga.
ResponderEliminarPalabras muy profundas que invitan a reflexionar y a pensar como esta nuestra relación con el Creador.
ResponderEliminarRecordemos que el siempre esta con nosotros tocando la puerta para cenar con nosotros, de nosotros depende de que EL entre...
Gracias Pilar. De eso se trata la Navidad pero es eso lo que le falta al mundo de hoy recordar que Dios nos ha puesto en este mundo para darnos de verdad a los demas
ResponderEliminarPrecioso Pily como siempre , y muchas gracias por compartirlo, yo tb creo en Los Ángeles. Un gran abrazo. Patty Briones M.
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